miércoles, 9 de abril de 2008

Dos pares de ojos

Dos pares de ojos


Había una vez dos hombres que discutían a propósito del rostro del rey.
-¡Qué bello es!- decía uno.
-¡Qué feo es!- decía el otro.
Después de una larga y vana discusión, se dijeron el uno al otro:
-¡Pidámosle la opinión a un tercero y usted verá que yo tengo razón!
La fisonomía del rey era como era y nada podía cambiarla; sin embargo, uno veía a su soberano bajo un aspecto ventajoso y el otro, todo lo contrario. No era por el placer de contradecirse que sostenían opiniones diferentes, sino porque cada cual veía al rey de manera distinta. (Wan Chin Lun, siglo II)
Mientras viváis en este mundo del Samsara,
No tendréis dicha duradera.
La ejecución de asuntos mundanales
No tiene fin
En la carne y en la sangre
No hay permanencia.
Mara, Señor de la muerte,
Nunca está ausente
El hombre más rico parte solo.
Estamos obligados a perder
A aquellos que amamos
Dondequiera que mireis
Nada substancial hay allí
¿Me comprendeis?

No hay comentarios: